lunes, 27 de abril de 2020

Fantasía con un camionero cumplida

Vivo en una localidad donde todos o casi todos se conocen. Siempre me he sentido atraído por los hombres maduros y si son gordos y velludos mucho mejor. Sucedió entonces que trabajando yo en un organismo del estado, sentía muchas veces a otros compañeros comentar de otras personas cuando salían de marcha por los prostíbulos. El comentario que hizo uno de los compañeros de un hombre casado, propietario de un camión, me dejó muy caliente y con unos deseos y ganas enormes de poder conocerlo, ya que lo que dijo era que no lo dejaban entrar al antro aquel por el tamaño de su pija; además cumplía todos los requisitos que a mi me gustaban de un hombre: gordo, peludo, con barba y maduro. uffff ! agua a la boca se me hacía!

Yo tenía en ese entonces 22 años y él 39, siempre que tenía ocasión lo miraba, ya sea cuando pasaba con el camión o en una cancha por acá jugando al fútbol, con unos pantalones deportivos que me hacían imaginar lo que habría debajo de ellos y le marcaban tremendo paquete. En una oportunidad me lo crucé andando, pero ni bola me dio, entonces nunca hubiese imaginado lo que sucedería después, ya que pensaba que le gustaba hacerlo con mujeres únicamente. Una noche de verano, estaba sólo en casa, mi vieja no estaba; hacía mucha calor y era tarde, cerca de la medianoche, decidí sentarme fuera a tomar un poco de aire fresco de la noche, cuando en cierto momento pasa con su camión el hombre de mis sueños, pasó frente a mi y noté que me miraba, siguió y me levanté de mi asiento, al llegar a la esquina dobló y yo me quedé mirándolo, pensé "éste ya no regresa", pero para mi sorpresa, dio toda la vuelta a la manzana y al llegar a la esquina de la calle donde yo vivía dobló nuevamente, ésta vez hacia arriba y continuo su marcha. Yo me quedé parado en la esquina pensando, "¿Para qué hizo esto si ahora se marcha?", pero en realidad no se marchó, al cruzar la otra calle, detuvo su camión. No me esperaba esta decisión de él y sin pensarlo más, salí a su encuentro y pensaba; "No puedo perderme esta oportunidad!". Me fui acercando hacia donde había estacionado el camión y ya cuando estaba junto a la puerta me dice "Hola, Querés subir a dar una vuelta?" a lo que enseguida dije que sí, no me lo podía creer; subí al camión y le dije si quería venir a mi casa que estaba solo, me dijo que no, que iríamos a una casa que él tenía por ahí cerca. Yo estaba en la gloria, tenía una gran excitación y un gran nerviosismo porque no sabía en que terminaría todo esto y a lo que me enfrentaría con el tremendo macho que me estaba levantando. Hicimos algunos kilómetros y por fin llegamos a una casa, no muy cuidada pero que tenía lo necesario para cojer, una buena cama al parecer. Yo no dejaba de pensar si el comentario que habían hecho de él en el trabajo sería verdad, y ahora podría comprobarlo; los dos nos tendimos en la cama; como hacía calor no era mucha la ropa que llevábamos, él se sacó la remera y quedó al descubierto su hermoso cuerpo bien peludo con una hermosa barriga, yo comencé a acariciarle las tetillas y pasar mi mano por sus pelos, él paso su brazo por mi cuerpo y comenzó a acariciarme las nalgas buscando mi agujero con sus dedos y haciendo caricias en él, yo comencé a bajar mi mano hasta su entrepierna. Vaya, lo que me habían contado era verdad, tenía una hermosa pija, de unos 21 cm seguro o más! y bien gruesa también; él, no se si porque le gustaría pensar que estaba con una mujer y no con un hombre, apagó la luz de la habitación y se desnudó por completo, a lo que yo hice lo mismo, traté de buscar su boca para besarle pero eso no le gustó, típico del macho, así que bajé con mi boca y mi lengua recorriendo todo su cuerpo, pasé por sus tetilla, por su ombligo lamiéndolos bien y cuando llegaba a su pijón me desvié y seguí por una pierna hasta sus pies. Chupándoselos, él gemía de placer. Estaban sudados con olor a pata de un día de trabajo y el calor de ese día ufff eran riquísimos. Todos ese olor a macho que emanaba me calentaba aún más!Subí por la otra pierna chupando y saboreando su piel, con la mano agarraba su pija mientras besaba sus huevos que también tenían un hermoso tamaño, y un olorcito a macho que me encantaba! hasta que por fin comencé a mamársela; debido al tamaño no podía meterla en mi boca sino hasta un poco más de la mitad y él se retorcía de placer, pero bajé mi cabeza y la metí hasta mi garganta, ufff que placer le dí! y sentí yo de degustar esa pija gruesa y emanando líquido pre seminal a borbotones.. En un momento me dijo "No sigas chupándola que no quiero acabar todavía en tu boca, quiero cojerte putita", debo aclararles que éste relato es real y que fue hace unos 29 años, y que me cogió sin preservativo, cosa que me encantó. Me da placer y morbo sentirla a pelo! Más así siendo tan jugosa largado su líquido! (se me hace agua a la boca al recordarlo)Cuando me dijo esto mi corazón casi salta, no sabía que sucedería, si aguantaría esa enorme chota dentro mío y decidí relajarme y dejar que todo sucediera como salga. Me puse de costado y él se puso detrás de mí, me ensalivé el culo y él hizo lo mismo con su verga, se acercó a mi agujerito aún virgen y comenzó a empujarla hacia dentro, me dolía bastante pero estaba dispuesto a aguantar con tal de recibir al macho que tanto había deseado hace tanto tiempo, sintiendo que me dolía entonces me dice "Falta más de la mitad, espera creo que tengo un poco de vaselina", se levantó bruscamente sacándola y entonces le dije que no enseguida, que quería sentirlo así, que era suyo. Se volvió a colocar detrás, volvió a empujar su pija, pero esta vez puso más saliva, y debido a la lubricación de su pija y la saliva, entró toda. A él, el poder meter su verga dentro mío, parece que lo enloqueció, sin sacarla me colocó boca abajo, me abrió los cantos y la enterró hasta el fondo, yo me quejaba pero esto a él parecía que le gustaba y entrando y saliendo me decía al oído "Pensaba que no me la aguantarías putita", y siguió cojiéndome como loco diciendo cosas como "come pija putito", " te estoy haciendo mía putita" hasta que al poco me dice "Ahí tenés la lechita de tu macho" y parecía que la metía hasta lo más profundo de mi ser mientras se acababa dentro de mi. Hizo un gesto como para salir de dentro de mí y yo sujeté con mis manos sus piernas y lo hice meterse nuevamente dentro, esto parece que le gustó y sin sacar su pija, que no se había bajado para nada, seguía tan dura como al principio, me dio vuelta, me puso boca arriba, me agarró las piernas poniéndolas en sus hombros y nuevamente comenzó a bombearme fuertemente y sin piedad con una cara de gozo que me volvía loco, sus hermosos huevones golpeaban contra mi culo en cada embestida, yo me pajeaba un poco y estaba a punto de acabar del placer que me daba pero mi macho me dijo que no me acabara, que esperara, que tenía más para mí, así siguió entrando y saliendo en esa posición que no dejaba nada fuera, hasta que volvió a decirme "Tomá, tu macho te está dando leche de nuevo, sentí como te hago mío putito". Esta vez si se salió de dentro, pero su verga seguía bien dura, no podía creer cuanto libido tenía ese pedazo de hombre que me estaba comiendo, me dijo que me pusiera al borde de la cama que quería seguir cojíendome; él de pie detrás de mi, acercó su glande a mi hoyo latiendo y rojo de embestidas con leche escurriendo y empujó. Volvió a meterme ese hermoso pedazo que tenía hasta el fondo, esta vez sin problemas ya que mi culo estaba dilatado y lubricado con el semen de las 2 veces que acabó antes; me tenía agarrado de la cintura y se deslizaba hasta agarrar mis tetillas, sacaba casi toda su pija y volvía a entrar de un golpe, era un movimiento que me enloquecía, y me hacía vibrar porque sentía cada centímetro de su pedazo de verga. Su mete y saca se hacía cada vez más fuerte y otra vez me dijo "¿Te gusta lo que te hace tu macho?, te voy a descargar la leche otra vez para que no te olvides de mí". Me apretó muy fuerte y empujó con todas sus fuerzas, su pija dentro mío y volvió a descargar su semen dentro de mí, fue algo increíble, 3 veces se acabó y me imagino que si hubiese pasado toda una noche con él lo hubiese hecho otras tantas. Lamentablemente todo terminó ahí, fue una noche increíble, estar con el macho que tanto quería que me cogiera y que había vaciado 3 veces su leche dentro mío, fue toda una gloria, nos lavamos, nos vestimos y me trajo a casa, lo volví a ver unas cuantas veces, pero nunca más me dijo nada... Me gustaría estar con un macho como él nuevamente... Si alguno leyendo esto que me escriba a cositosito5@gmail.com y arreglamos algo en tu camión